Temáticas actuales y carreras relacionadas desde la mirada de "armando".
Artículos relacionados con carreras y áreas profesionales
Pocos temas son tan polémicos como el de las jubilaciones. Es un asunto intrincado y que, a simple vista, puede resultar extremadamente tedioso. Sin embargo, es de vital importancia para el bienestar de las personas que, como te sucederá a vos en algún momento, han cumplido con la cantidad de años necesarios para no trabajar más.
La jubilación forma parte de la Seguridad Social, a la que podríamos definir como el derecho humano que busca cubrir las necesidades básicas de personas en situación de vulnerabilidad. La incapacidad de generar ingresos por cuestiones de edad, se considera una vulnerabilidad. La manera que los Estados hallaron de cuidar de este grupo de personas es a través de la jubilación. Dicho de una forma coloquial, la jubilación es un monto mensual que el Estado otorga a la persona para que pueda mantener el nivel de vida que tenía cuando trabajaba.
Hay dos requisitos básicos que deben cumplirse para poder jubilarse en Argentina: tener 30 años de aportes al sistema previsional (las normas, leyes e instituciones que garantizan la seguridad económica de las personas que no trabajan más por vejez) o tener 60 años de edad, en el caso de las mujeres, y 65 en el caso de los hombres.
En Argentina, el organismo público encargado de las jubilaciones se llama Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES). Seguramente lo escuchaste en la televisión, radio o redes sociales. Hoy en día, el ANSES depende del Ministerio de Capital Humano.
¿Por qué en Argentina las jubilaciones es algo que está en constante discusión? Antes de responder la pregunta, tenemos que decir que la Seguridad Social es una política pública. Es decir, la formula y ejecuta un organismo del Estado. A lo que nos referimos con “política” es a un conjunto de decisiones, leyes y normas que regulan una situación particular. En el caso de las jubilaciones, la situación que regula la política pública es la relación entre la sociedad, los derechos humanos y el trabajo. Cada una es un área en sí misma, con sus propios actores, legislación e interacciones.
Una segunda cuestión que tenemos que aclarar antes de responder es la siguiente: ¿de dónde surge el dinero para pagar las jubilaciones?. Hay tres orígenes. El primero son los descuentos que se hacen a los trabajadores que van directamente al sistema previsional. La segunda son los aportes de los empleadores; es decir, las contribuciones adicionales que hacen quienes contratan a los empleados. La tercera son los fondos estatales, las transferencias o subsidios que el Estado Nacional hace para garantizar el pago de las jubilaciones. Lo que es importante aclarar es la lógica de funcionamiento del sistema: los trabajadores en actividad financian las jubilaciones de los trabajadores retirados.
Ahora sí, recordemos el interrogante que nos hicimos, ¿por qué en Argentina las jubilaciones es algo que está en constante discusión? ¡Hagamos una aclaración! En la mayoría de los países del mundo las jubilaciones son un asunto polémico. Hace relativamente poco tiempo, en Francia ocurrieron protestas importantes a raíz de la intención del gobierno de aumentar la edad mínima para jubilarse.
La discusión principal tiene que ver con la capacidad del Estado de financiar el sistema jubilatorio. De otra manera, es la capacidad del Estado de pagar las jubilaciones. Por lo tanto, estamos hablando de un asunto económico en el que intervienen muchos factores. Veamos algunos.
Primero, las recurrentes crisis económicas que atravesó Argentina, y otros países del mundo, afectan la facultad del Estado de usar fondos para pagar las jubilaciones porque los gobiernos se ven obligados a contraer el gasto público.
Un segundo factor es la informalidad laboral. Los trabajadores informales (lo que comúnmente se llama “trabajadores en negro”) no realizan aportes al sistema previsional y, por lo tanto, el Estado no recibe ingresos para sostener o mejorar las jubilaciones de quienes ya se retiraron.
Un tercer factor es la demografía. El envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de natalidad generan un desafío al Estado porque hay menos trabajadores activos que aportan al sistema para sostener a un creciente número de jubilados. La inversión de la pirámide demográfica en algunos países de Europa se ha convertido en un verdadero problema.
Otro elemento son los denominados “regímenes especiales”. Son formas de jubilarse sin necesidad de cumplir con los dos requisitos que mencionamos anteriormente. En Argentina hay 200 casos de excepción y, a lo largo del tiempo, esto ha dado lugar a que un gran porcentaje de personas se jubilen jóvenes. El resultado es que el Estado debe hacerse cargo de personas que no están en edad jubilatoria.
El último factor a tener en cuenta es de naturaleza política. Cada gestión de gobierno define los objetivos presupuestarios de acuerdo a su mirada de la circunstancia económica nacional e internacional, su ideología y sus expectativas de crecimiento futuro. La política de Seguridad Social es una de las herramientas del Estado y la posición que ella ocupa en el orden de prioridades de la agenda pública depende, en gran medida, de la urgencia o importancia que le otorgue el gobierno de turno.
Si el tema jubilaciones te entusiasma y lo pensás como una salida laboral, te contamos que hay carreras que te ofrecen esa oportunidad. La carrera de Derecho y la Licenciatura en Ciencia Política te brindan los conocimientos para pensar integralmente el sistema previsional. En el caso de los abogados, su aporte es crítico para la formulación de legislación en materia de jubilaciones, así como también en la defensa de los derechos de Seguridad Social. Respecto de los Licenciados en Ciencia Política, pueden involucrarse en el diseño y puesta en funcionamiento de sistemas previsionales, un tema que, hemos visto, está en constante debate.
Hay otras carreras que también pueden abordar el tema jubilatorio: la Licenciatura en Economía, la Licenciatura en Administración, Trabajo Social, Contaduría, Sociología y Actuario. La diferencia entre una y otra tiene que ver con la manera en que tratan el tema. La mirada del sociólogo será distinta de la del actuario y la del actuario será diferente de la del trabajador social.
¡¿Llegaste hasta acá?! Excelente, quiere decir que te interesó y estamos en condiciones de investigar un poco más acerca de qué se trata.
Escuchamos a los empresarios, a los políticos, a los líderes de Organizaciones No Gubernamentales, a los influencers y a los periodistas hablar de “Sustentabilidad”. Hasta hace poco, yo no sabía qué quería decir. Me imaginaba que tenía que ver con el medioambiente, la preservación de los recursos naturales, la fauna y la flora, pero no más que eso. Me llevé una gran sorpresa cuando supe que es mucho más complejo y que existen carreras universitarias que brindan los conocimientos necesarios para trabajar en los temas que la “Sustentabilidad” abarca.
La Sustentabilidad es el concepto que se refiere a la capacidad de mantener y preservar un equilibrio en los sistemas ambientales, sociales y económicos a lo largo del tiempo. Dicho de otra manera, busca satisfacer las necesidades humanas actuales sin comprometer la posibilidad de las futuras generaciones de suplir las suyas. En función de la definición, encontramos tres elementos claves que hacen a la Sustentabilidad: lo social o comunitario, lo ambiental y lo económico. El desafío es cómo lograr un desarrollo económico y social, alterando lo menos posible el medio ambiente. Desafiante… ¿no?
Los tres elementos que mencionamos abren un abanico de opciones de estudio y caminos profesionales muy amplio, tanto en las Ciencias Sociales como en las Ciencias Naturales o Exactas. Veamos algunas opciones.
Dentro del campo de las Ciencias Exactas podemos hallar la Ingeniería Ambiental o también llamada Ingeniería en Sustentabilidad Ambiental. La diferencia con las otras ramas de la Ingeniería es que el Ingeniero Ambiental estudia, planifica e implementa sistemas y medidas para prevenir, remediar o mitigar daños ambientales. Por ejemplo, puede diseñar un sistema para el tratamiento de residuos cloacales. Para ello, deberá hacer evaluaciones del impacto actual del tratamiento de residuos, hacer recomendaciones sobre actividades de limpieza y mejoramiento de procesos, y realizar seguimientos sobre las soluciones que él o ella implementó. Es una carrera de aproximadamente cinco años de duración y su programa incluye contenidos de las ciencias duras; física, química, biología, matemática, entre otros.
Otras de las carreras dentro de las Ciencias Exactas y Naturales vinculadas a la Sustentabilidad son la Licenciatura en Biología, la Licenciatura en Biodiversidad, la Licenciatura en Ciencias Ambientales y la Licenciatura en Conservación del Ambiente. Existen otras con nombres similares pero, en general, comparten un tronco común de contenidos. Lo importante es que habilitan al egresado a desempeñarse en áreas que abordan cuestiones de Sustentabilidad. Imaginemos a un biólogo que estudia maneras adecuadas de desarrollar cultivos para consumo humano pero que, al mismo tiempo, no provoquen un daño irreversible en el suelo. O un Licenciado en Ciencias Ambientales que analiza la evolución de la población de especies de peces en aguas en las que se vierten residuos. En ambos casos, seguramente, pasarán buena parte de su tiempo en el laboratorio y escribiendo artículos para comunicar a sus empleadores (del ámbito privado o público) los resultados hallados.
Es interesante mencionar que algunas de las carreras dentro de la rama de la Biología y las Ciencias Ambientales no están disponibles en universidades de Buenos Aires, pero sí en universidades del interior del país. Esto tiene que ver con las necesidades que cada región de Argentina tiene en relación a la preservación de sus recursos naturales.
Veamos ahora algunas de las opciones de carrera que podemos encontrar dentro de las Ciencias Sociales. Lo cierto es que todavía no existe en Argentina una carrera social de Sustentabilidad. No quiere decir que en el futuro no se abra porque la demanda de personas, tanto en el ámbito público como en el privado, que sean capaces de diseñar políticas destinadas a la preservación del medioambiente es cada vez mayor. La clave en sociales no es la carrera de base, como sí sucede en las Ciencias Exactas, sino en la especialización durante la cursada o posterior a ella.
Un Licenciado en Ciencia Política, Relaciones Internacionales, Sociología puede, sin inconvenientes, evaluar el impacto en la comunidad de prácticas de uso de recursos naturales, desarrollar e implementar programas de incentivo de protección del medio ambiente, hacer investigaciones sobre la evolución de variables ambientales y sus consecuencias en grupos sociales, asesorar a empresas y organismos del Estado (nacional, provincial y local) en materia legislativa sobre medioambiente y sustentabilidad, etc. Una de las figuras técnicas más importantes en el ámbito empresario desde que la Sustentabilidad está en la agenda pública es el del Analista de Políticas Públicas. Se trata de personas que trabajan dentro del área de Relaciones Institucionales o Comunicación y su trabajo es intermediar en el vínculo entre las empresas, el gobierno y la sociedad civil con el propósito de cumplir con el objetivo de generar crecimiento económico con el menor impacto ambiental posible y asegurándose de contribuir a la reducción de la inequidad y de la pobreza, de garantizar el acceso a la educación y de velar por la igualdad de género.
Una tendencia de los últimos años en lo que respecta al diseño curricular de las carreras, ha sido incorporar materias específicas sobre Sustentabilidad o medioambiente. Esto brinda a los estudiantes la oportunidad de tener una aproximación a la “Sustentabilidad” aunque estén cursando estudios que no están directamente vinculados con el tema. Por ejemplo, la carrera de Diseño en la Universidad Di Tella tiene una materia en 4to año llamada “Diseño Sustentable”. Fue también la primera universidad en Argentina en incorporar la materia “Sustentabilidad” en el plan de estudios de Administración de Empresas. En la carrera de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, los alumnos tienen la posibilidad de estudiar el abordaje de los recursos naturales y la protección ambiental desde la ciencia jurídica; un asunto no menor, considerando la tendencia en aumento hacia la obligatoriedad de los Estados y entes privados en preservar los recursos hídricos, forestales, animales, vegetales, etc. Por supuesto que las carreras de grado pueden ser sólo el primer paso hacia el desarrollo de una carrera profesional en el campo de la “Sustentabilidad”. Hoy en día hay una amplia variedad de posgrados (Maestrías, Diplomaturas, Cursos) para quienes les interese profundizar sobre el tema o para quienes deseen tener una primera inmersión. La duración y profundidad de los contenidos dependerá, en gran medida, del tipo de posgrado.
Por último, es importante destacar que para quienes se ven en el futuro en un rol más de “terreno” (poniendo el cuerpo en pos del cuidado del medioambiente o en pos de causas sociales) hay oportunidades de inserción laboral en Organizaciones No gubernamentales. Las ONGS son actores claves de la sociedad civil y, desde antes de que surja el concepto “sustentabilidad”, han venido desarrollando un trabajo importantísimo en temas medioambientales, educativos y sociales. Algunas de ellas, con sede en Argentina, tienen incluso alcance internacional.
En conclusión, hay múltiples oportunidades para estudiar y trabajar en temas vinculados a la Sustentabilidad. Lo podemos hacer desde las Ciencias Naturales o desde las Ciencias Sociales. Podemos enfocarnos en asuntos medioambientales, sociales o económicos. Incluso podemos estudiar algo que, en principio no esté directamente vinculado a la Sustentabilidad, pero después decidamos especializarnos a medida que avanzamos en la carrera o nos insertamos laboralmente. Lo importante es saber que hay opciones y el mercado de trabajo, cada vez más, demanda personas con conocimientos y experiencia en este tema.
Lic. Federico Dall´Ongaro
Como habrás notado en el título, existen las Relaciones Internacionales y las relaciones internacionales. Parece un juego de palabras. Las Relaciones Internacionales (con mayúscula) es la disciplina que estudia las relaciones internacionales (con minúscula). Esta diferencia es muy importante porque describe la relación entre el campo del conocimiento y su objeto de estudio.
Podemos decir que las relaciones internacionales son el conjunto de interacciones que se dan entre Estados, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, empresas y personas. Las actividades que estos actores llevan a cabo son numerosas y abarcan una gran cantidad de temas, tales como los asuntos de derechos humanos, de seguridad y defensa, medioambientales, económicos, energéticos, geopolíticos, migratorios, entre muchos otros.
Se llama también Relaciones Internacionales al programa de estudio universitario (carrera universitaria) que forma a quienes quieren ocuparse de los asuntos que mencionamos. La carrera de Relaciones Internacionales, que en Argentina tiene el formato de Licenciatura, incorpora elementos de la Ciencia Política, la Sociología, el Derecho, la Historia, la Economía y la Filosofía. Es decir, el futuro Licenciado será una persona con una sólida formación en Ciencias Sociales.
Como sucede con la mayoría de las carreras universitarias, el egresado de Relaciones Internacionales tiene múltiples áreas de inserción laboral, tanto en el ámbito público como en el privado. Veamos primero el caso del ámbito público, recordando que trabajar allí (a nivel nacional, provincial o local) implica estar sujetos a los cambios, usos y costumbres de la política argentina.
El lugar más conocido por los estudiantes de Relaciones Internacionales que recién ingresan a la carrera es el Servicio Exterior de la Nación. Es lo que comúnmente se llama “carrera diplomática”. Para ser diplomático es necesario primero rendir una serie de exámenes que, de superarlos con éxito, lo habilita para ingresar al Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN). Ahí se formará por dos años antes de incorporarse al escalafón más bajo del personal diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. El diplomático de carrera está obligado a cumplir funciones en todos los continentes y sus tareas serán variadas: podrá representar a la Argentina en organismos internacionales, llevará a cabo funciones consulares, formará parte de delegaciones que negocian acuerdos con otros Estados o cumplirá funciones de máxima responsabilidad política en otros países.
Gran cantidad de otros organismos públicos del Estado tienen áreas que se vinculan con el exterior. Pensemos en el Ministerio de Seguridad, de Defensa o el de Economía. Los tres, por la propia naturaleza de la función que cumplen, deben vincularse con el exterior; el de Seguridad lo hará para cooperar con otros países con el objetivo de abordar problemáticas comunes, el de Defensa para llevar a cabo ejercicios militares conjuntos y el de Economía para vincularse con organismos internacionales de crédito (como el FMI o el Banco Mundial).
¿Y lo privado? Excelente pregunta. En los últimos años, las empresas multinacionales han empezado a contratar licenciados en Relaciones Internacionales para sus áreas de Políticas Públicas. De manera muy similar a lo que sucede en el ámbito público, quienes trabajan en el sector de Políticas Públicas de empresas privadas deben lidiar con actores del Estado con el objetivo de materializar los intereses de la compañía. Por ejemplo, puede suceder que una empresa de tecnología dedicada al desarrollo de la Inteligencia Artificial tenga que vincularse con el Congreso Nacional o algún órgano del Poder Ejecutivo para discutir sobre las regulaciones sobre la IA. Por lo tanto, necesitan personas con un buen conocimiento del funcionamiento de los organismos públicos y una mirada estratégica de la política. Otro caso es el de las consultoras. Aquí los Licenciados en Relaciones Internacionales se dedican al análisis político, económico y social para clientes específicos, que pueden incluir políticos, empresas y cámaras empresarias. Podemos nombrar otros lugares, como Cámaras Empresarias, compañías de tecnología, agencias de publicidad y estudios de abogados.
¿Sólo esos dos ámbitos? ¿No hay más? ¡Claro que sí! Un tercer ámbito de inserción laboral son los organismos internacionales. ¿Pero no era que tenía que ser diplomático para trabajar allí? No necesariamente. Los organismos internacionales tienen personal propio y contratan profesionales de Relaciones Internacionales. Al igual que los diplomáticos, suelen prestar función fuera de su país de orígen y desarrollan su carrera en temas específicos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el organismo internacional más conocido y el que alberga la mayor cantidad de organismos descentralizados, tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el PNUD, entre otros. Sin embargo, existen otros organismos menos conocidos que la ONU pero igualmente relevantes: la Organización de Estados Americanos (OEA), el Mercosur, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Mundial de Comercio (OMC),etc. Cada uno tiene sus propios requerimientos de ingreso y especificidades en relación al tipo de carrera que puede uno desarrollar.
¿Nada más? ¿Qué otras cosas puede hacer un Licenciado en Relaciones Internacionales? La respuesta a la pregunta es casi infinita. Conozco gente que se ha licenciado en Relaciones Internacionales pero trabaja en áreas de ventas de empresas internacionales, o ha dedicado su vida a la docencia, o trabajan en la Academia como investigadores o en Organizaciones No gubernamentales. Lo cierto es que la carrera brinda un conjunto de competencias que pueden ser utilizadas en distintos trabajos, tales como: herramientas de análisis político, social, económico, técnicas de negociación, etc. Lo cierto es que, combinadas con una buena formación en Ciencias Sociales, brindan al egresado enormes ventajas para insertarse profesionalmente.
Antes de elegir la carrera de Relaciones Internacionales es fundamental saber que es una “carrera de contactos”. ¡¿Qué quiere decir específicamente?! Quiere decir que no alcanza sólo con enviar nuestro CV a través de plataformas… quiere decir que necesitamos armar una red de contactos para desarrollar nuestra carrera profesional. Se trata, ni más ni menos, de cultivar relaciones de confianza con aquellas personas que nos permita, ahora o en el futuro, incrementar nuestras probabilidades de inserción laboral en áreas que nos interesen. Es fundamental entender este aspecto porque puede evitarnos más de una frustración si es que esperamos obtener el trabajo que queremos sólamente por las notas o el promedio que tuvimos durante la cursada.
El mundo de las relaciones internacionales y de las Relaciones Internacionales es apasionante. No solamente los temas son interesantes, sino las personas que nos cruzamos en el camino. Es una carrera que pone a prueba nuestra capacidad y disposición de vincularnos, comprometernos y trabajar en pos de objetivos ambiciosos.
Lic. Federico Dall´Ongaro
Cada tanto, en los noticieros o diarios, nos enteramos de avances científicos extraordinarios que se lograron con la asistencia de la tecnología. Algunos parecen salidos de películas de ciencia ficción, como el caso de los xenotrasplantes. Son trasplantes de órganos entre especies de organismos, que requiere la intervención de técnicas de manipulación celular y molecular. Increible, ¿no? La disciplina que lidera estos procesos se llama Biotecnología.
La Biotecnología es una disciplina en sí misma. Es decir, es un campo de conocimiento organizado y capaz de ser transmitido o enseñado. Es también un conjunto de técnicas y procedimientos aplicados a organismos vivos. Toma de la Biología saberes comprobados científicamente y, mediante la introducción de la tecnología, los utiliza para el desarrollo de beneficios para la humanidad. Por ejemplo, la Biotecnología se usa en la agricultura para crear cultivos que sean más resistentes a las condiciones climáticas adversas o las plagas.
Las actividades que puede desempeñar un Licenciado en Biotecnología o un Ingeniero en Biotecnología son amplias y abarcan varios campos. Uno de ellos es el farmacéutico. Los biotecnólogos son empleados para estudiar la interacción entre organismos vivos con el propósito de desarrollar y mejorar medicamentos. Ellos se encargan de usar la tecnología para producir sustancias biológicas que luego son aplicadas como insumos para la producción de fármacos contra ciertas enfermedades o padecimientos. Las vacunas son un modelo de ello.
Otro de los campos es el de los combustibles. Los especialistas en biotecnología de los combustibles buscan elaborar y optimizar combustibles a partir de sustancias orgánicas, como plantas y vegetales. Es de extrema importancia en este momento de nuestra civilización, debido a que se está intentando reemplazar los hidrocarburos por otras sustancias para la fabricación de combustibles para automóviles, máquinas y otros elementos de la industria pesada.
A quienes les interesa la conservación del medio ambiente y sienten un compromiso por hacer algo para contrarrestar los efectos del cambio climático y la actividad humana, la biotecnología puede ser una carrera interesante. Los biotecnólogos ambientales investigan maneras de utilizar material orgánico para prevenir que determinada especie de organismo desaparezca o para fomentar el desarrollo del mismo. Un caso característico es el de la reforestación. Los biotecnólogos usan técnicas para la preservación y expansión de medio ambientes donde existen especies autóctonas en peligro de extinción.
El campo académico es de primerísima importancia como ámbito de inserción de los biotecnólogos. En las universidades, públicas y privadas, realizan investigaciones; pasan largas horas en el laboratorio y luego escriben, en papers académicos, los conocimientos generados durante la experimentación. Este conocimiento es el mismo que, luego, se aplica a las actividades que mencionamos antes. Es decir, hay una retroalimentación positiva entre la academia y el mundo profesional. Algunos profesionales, incluso, combinan ambas cosas y hasta ejercen como docentes.
La biotecnología también brinda oportunidades a quienes les interesa el desarrollo de nuevos productos para el consumo. Dos ejemplos son la industria cosmética y la de los alimentos. Quizás escuchamos en la televisión sobre el tratamiento con células madre. Una célula madre es aquella que tiene el potencial de generar otros tipos de células y, en la industria cosmética, los biotecnólogos las manipulan para generar productos contra el envejecimiento de la piel. En el caso de los alimentos, es sorprendente descubrir que, a diario, consumimos productos que son resultado de la intervención de la biotecnología. Los más corrientes son los lácteos fermentados, como el yogourt o la crema de leche. Los biotecnólogos también pueden ayudar a que el costo de producción sea menor o que los alimentos sean más saludables.
En nuestro país, hay dos carreras vinculadas a la Biotecnología, la Licenciatura en Biotecnología y la Ingeniería en Biotecnología. Sus enfoques son distintos. El de la Licenciatura es un enfoque teórico que abarca amplios conocimientos de química, genética y bioquímica. Los egresados suelen trabajar en investigación en instituciones académicas, laboratorios o empresas del sector alimenticio. La Ingeniería en Biotecnología, por el contrario, tiene una mirada técnica y hace énfasis en el estudio de los procesos ingenieriles. Ambas tienen una duración aproximada de entre cuatro y cinco años y están disponibles en universidades públicas y privadas.
Antes de elegir, quizás sea una buena idea analizar la compatibilidad de intereses que uno tiene con los programas de estudio de ambas carreras, ya que las dos cuentan con gran cantidad de materias de las ciencias exactas. Es una excelente forma de saber de antemano si ese contenido teórico estimula o no nuestras ganas de desarrollarnos profesionalmente en esa disciplina, que seguramente incrementará su injerencia en todos los ámbitos de la realidad en el futuro.
¡Si te interesa saber más, te invito a que te pongas a investigar ya mismo!
Lic. Federico Dall´Ongaro
Los últimos dos meses, los noticieros, radios y redes sociales de la Argentina estuvieron pendientes de lo que ocurría con el Caso Loan. Así fue llamada la investigación por la desaparición de Loan Peña, un niño oriundo de la Provincia de Corrientes quien, después de un almuerzo con familiares, no volvió a su casa.
Uno de los fenómenos que trajo aparejado este hecho fue un renovado interés por las actividades vinculadas a la Investigación Criminal. La Investigación Criminal es el conjunto de técnicas y métodos que ayudan a reunir las pruebas destinadas a demostrar quién, cómo y dónde se cometió un delito. Participan de ella múltiples especialistas; de la Justicia, de las Ciencias Exactas y las Ciencias Sociales.
Dos de las disciplinas que son fundamentales en la Investigación Criminal son la Criminalística y la Criminología. ¿Son lo mismo? Definitivamente, no.
La Criminalística tiene un carácter multidisciplinar, es decir, se apoya en otras ciencias (como la biología, la química y la física) y su objetivo es el estudio de la escena de un crímen. Por medio de técnicas y procedimientos científicos, los Licenciados en Criminalística buscan pruebas y pistas para esclarecer quién fue el autor del crímen. Para ello, identifican huellas dactilares, hacen análisis de rastros de sangre, detectan sustancias en la escena del crímen (drogas, alcohol o medicamentos) e identifican personas (a través de análisis de pruebas dentales o ADN, por ejemplo). Es necesario mencionar que los Criminalistas no intervienen solamente en casos en los que una persona ha sido asesinada, sino que investigan también otros delitos; como el tráfico de drogas, robos, secuestros, delitos informáticos y desaparición de personas, como en el Caso Loan.
El trabajo de los Criminalistas es una parte auxiliar de la totalidad de la Investigación Criminal. Esto quiere decir que responden a los pedidos de los tres actores principales que están a cargo de la investigación de un caso: el Fiscal, el Juez y la Policía. Ellos dirigen la investigación y dicen qué hacer a los criminalistas.
Una de las preguntas que suele surgir es, ¿es necesario ser Policía para trabajar como Criminalista? La respuesta es no. Si bien la mayoría de los criminalistas que trabajan dentro de una Fuerza de Seguridad son policías, también puede ser que lo hagan en condición de «civiles». En este caso, son profesionales que forman parte de la Policía pero no portan armas y tampoco les rigen las mismas condiciones laborales que a los uniformados.
Los criminalistas pueden trabajar también en Fiscalías y Juzgados. Algunos jueces y fiscales deciden incorporarlos dentro de sus equipos de trabajo para que evalúen las pruebas que la Policía recolecta y que, posteriormente, serán utilizadas en un procedimiento judicial (como un juicio).
A diferencia de la Criminalística, la Criminología es una ciencia social. Estudia las razones detrás del comportamiento delictivo y el impacto que tienen en la sociedad en la que ocurre. Dicho de una manera más simple, analiza la mente criminal y el entorno dónde se origina y desarrolla. Mientras que la mayor parte del plan de estudios de la carrera de Criminalística se compone de materias provenientes de ciencias exactas, en la carrera de Criminología hay materias vinculadas al Derecho, la Psicología, la Sociología, la Psiquiatría y los Derechos Humanos.
El Licenciado en Criminología puede trabajar en conjunto con Criminalistas en la investigación de un caso complejo, si es que el Fiscal, Juez o Policía así lo requiere. También puede desempeñarse en ámbitos públicos donde se estudien holísticamente los delitos, como los Ministerios de Justicia y Salud. Estas dos áreas de gobierno suelen elaborar estadísticas y estudios sobre la emergencia o repitencia de comportamientos delictuales. Pensamos en un especialista en el delito de tráfico de personas en Argentina, por ejemplo.
Otro lugar donde los Criminólogos suelen trabajar es en la academia. Debido a que su propósito es producir conocimiento, los criminólogos pueden dedicarse a investigar delitos en el marco de instituciones universitarias o centros de estudio. Su función será escribir, con la máxima rigurosidad científica posible, sobre temas que sean de su interés y, al mismo tiempo, relevantes para la comunidad. Imaginemos el caso de un criminólogo que se dedica a estudiar el vínculo entre urbanidad y delito. Al igual que el criminólogo que trabaja en un caso, elabora hipótesis de investigación y realiza conjeturas. Sin embargo, quien leerá sus escritos no será ni un Juez ni un Fiscal, sino la comunidad académica.
Es posible estudiar Criminalística y Criminología en Argentina. La mayoría de las universidades del país, públicas y privadas, ofrecen ambas carreras. Debido a que lidian con el mismo objeto de estudio (el delito), antes de tomar una decisión es importante pensar en el «cómo». ¿Se entiende? Mejor decirlo así; si te interesa estudiar el delito y el crímen, sería bueno que explores si querés hacerlo usando las herramientas de las Ciencias Exactas o, por el contrario, si querés basarte en los aportes de las Ciencias Sociales.
¿Llegaste hasta el final del artículo y querés saber más? ¡A investigar!
Por Lic. Federico Dall´Ongaro
¿Querés saber qué es una acción que cotiza en la Bolsa?, ¿escuchaste sobre las Leliqs?, ¿te preguntás qué hace Karl, de la serie Succession?, ¿te suena la City Porteña?
Si todos o algunos de estos temas te llaman la atención y estás decidiendo qué estudiar, quizás podrías considerar una carrera en el mundo de las finanzas. Las finanzas son una rama de la economía que estudia cómo se obtiene, administra e invierte el dinero. Pueden realizar actividades financieras las personas, las empresas, organizaciones y países. ¿Tiene sentido? ¿No?
Pensemos en lo que hace una empresa. Supongamos que sus dueños quieren hacerla crecer y, para ello, necesitan comprar maquinaria o abrir más fábricas en otros lugares del país. Sin embargo, hoy en día no tienen todo el dinero para pagar por eso. ¿Qué hacen? ¿Qué opciones están a su disposición? Es muy probable que pidan un préstamo a un banco. Antes de hacerlo, esa decisión debe ser estudiada por un especialista en finanzas, quien deberá analizar todos los factores en juego para asegurarse de que la empresa cumpla su objetivo con el menor riesgo posible. Es decir, tendrá que decirles a los dueños si es conveniente o no tomar un préstamo y, en caso de hacerlo, recomendarles el que mejor se adecúe a su tipo de empresa y expectativas de crecimiento.
Algo parecido sucede con los países. A veces, los Estados no tienen todo el dinero para hacer grandes proyectos o programas económicos ambiciosos. ¿Qué hacen, entonces? Piden préstamos a los organismos internacionales, como el FMI o el Banco Mundial. Aunque el proceso no es igual al de una empresa, tiene similitudes y también es llevado a cabo por especialistas en finanzas.
Hablando de política, uno de los términos que se nos volvió familiar durante los últimos meses fue el de Leliqs. Vimos al Presidente, economistas y funcionarios del gobierno hablando sobre ellas. ¿Qué son y qué tienen que ver con las finanzas? Leliq quiere decir Letra de Liquidez y es un instrumento (un recurso) que tiene el Banco Central para captar el exceso de pesos que genera inflación. El aspecto financiero está dado porque la Leliq es una deuda (podríamos decir una promesa de ganancia futura) que el Banco Central adquiere con quienes las compran, otros bancos. El problema en torno a ellas es que se cree que generaron una espiral, difícil de frenar, que va en contra de su objetivo original y es negativo para la economía del país. Por ende, para desarmar lo que algunos llamaron “bomba de las Leliqs”, se necesitan personas con un profundo conocimiento de finanzas.
Capaz leíste en algún lado que las finanzas están relacionadas con las acciones. ¡Estás en lo cierto! Las acciones son pequeñas unidades de la propiedad de una empresa y las personas que las tienen, se llaman accionistas. Por ejemplo, Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, es dueño del 13% de las acciones de su empresa, que ahora se llama META e incluye Instagram y WhatsApp. Ser accionista tiene ciertos beneficios, como ganar dinero de los ingresos de la empresa o el derecho a voto en las decisiones importantes.
¿Dónde pueden comprarse y venderse acciones? Seguro que lo escuchaste: en la Bolsa. La Bolsa, como se conoce comúnmente a la Bolsa de Valores, es el lugar donde se comercian acciones. Todos los países tienen una Bolsa. Es tanto un lugar físico, un edificio, como un mercado virtual. ¿Por qué vendería una empresa sus acciones? Al vender acciones, una empresa recibe dinero que puede usar para otros proyectos. Pensemos en el ejemplo del principio. La empresa, en lugar de pedir un préstamo, podría vender parte de sus acciones y, así, obtener plata para construir más fábricas o comprar maquinaria. ¿Por qué alguien compraría acciones de una empresa? Sucede que muchas veces, las personas u otras empresas quieren tener más de una fuente de ingreso de dinero. Digamos que me sobran unos pesos y me gustaría invertirlos para, en un futuro, tener más. En vez de comprar un departamento o una casa para alquilar, puedo comprar acciones de una empresa y obtener dividendos (ganancias) de su rendimiento.
¿A quién le puedo preguntar qué acciones comprar? ¿Existen los asesores? ¡Claro! Se llaman Brokers Financieros, otra de las especialidades del mundo de las finanzas. Un Broker es una persona o institución que asesora sobre qué acciones comprar o vender y a quién. Es un intermediario entre el mercado financiero (lugar donde están las acciones) y las personas o instituciones. Quienes se dedican a esta actividad, son capaces de analizar importantes volúmenes de información. Los mejores son los que puede predecir el comportamiento del mercado de acciones y anticiparse a los hechos, algo muy difícil pero no imposible.
Otra actividad interesante dentro de las finanzas es el análisis de riesgos. Hablamos un poco al comienzo. ¿Qué hará el Broker cuando su cliente le diga que quiere comprar acciones de una empresa? ¿En qué fundamentará su recomendación? Una de las primeras cosas que hará será evaluar el riesgo de la empresa de la cual su cliente quiere comprar acciones. ¿Riesgo de qué? Hay varios, pero consideremos el siguiente. Una empresa determinada puso en venta acciones en la Bolsa y el cliente está interesado en comprar algunas. Si bien su precio es atractivo, sucede que el Broker o analista de riesgos predice que la empresa no podrá pagarles a sus accionistas (una situación que se conoce como insolvencia). Por lo tanto, recomendará al cliente no comprar esas acciones porque es riesgoso. El riesgo es un factor siempre presente en el ecosistema financiero y se necesita gente capaz de mitigar sus efectos negativos y aprovechar sus beneficios. Es un equilibrio que requiere una mente afilada.
¿Dónde se puede estudiar Finanzas? Hace algunos años, para dedicarse a las finanzas era necesario estudiar Economía. Sin embargo, hoy en día es posible hacer una Licenciatura en Finanzas sin tener que hacer la Licenciatura en Economía primero. Por supuesto que hay similitudes entre las dos carreras porque, como dijimos, las finanzas son una rama de la Economía.
En Argentina hay seis universidades que tienen la Licenciatura en Finanzas, todas ellas privadas. Cinco están en Buenos Aires y la restante, en Santiago del Estero y Santa Fe. Los planes de estudio son parecidos durante los primeros dos años. Sin embargo, a medida que la carrera avanza encontramos diferencias. Algunas ofrecen materias más técnicas y enfocadas en el estudio de casos concretos, mientras que otras son generalistas y teóricas en su aproximación al tema. Este es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir, porque define el perfil del egresado y sus oportunidades de inserción en el mercado laboral.
Una segunda opción, es hacer uno o más posgrados en finanzas cuándo hayas terminado la carrera. Es una variante que muchos egresados de la Licenciatura de Economía y que trabajan con temas financieros, encuentran útil. La mayoría de las universidades argentinas, públicas y privadas, tienen programas de posgrado en finanzas.
¡Perdón! Me di cuenta que no te conté lo que hacía Karl de la serie Succession. Karl, uno de los hombres de confianza del multi mega millonario Logan Roy, es el Chief Financial Officer de Waystar Co. El CFO es el máximo responsable de las gestiones financieras de una empresa o institución. ¿Qué te parece? ¿Te interesaría hacer lo que hace Karl? De ser así: ¡Finanzas, sí quiero!
Por Lic. Federico Dall´Ongaro
La Inteligencia Artificial (IA) es un hito en la historia científica y tecnológica de la edad contemporánea. Su participación en nuestra vida cotidiana es tal que podríamos incluso hablar de una revolución cultural. Pensemos, por ejemplo, en aplicaciones como Google Maps o en los asistentes virtuales (chatbots) que nos escriben cuando queremos contactarnos con el banco. Ambos utilizan la IA para mejorar el servicio al cliente. Más potente, y a veces también polémico, es la IA en las redes sociales, donde los algoritmos pueden predecir nuestros gustos y patrones de comportamiento. Indudablemente, llegó para quedarse.
Como toda revolución cultural, era esperable que tuviera un impacto en el mercado laboral. Desde que OpenAI, la empresa que fundó el programador Sam Altman, puso a disposición del público el ChatGPT, se ha incrementado exponencialmente el número de personas que encuentran en la IA un aliado para su trabajo. Uno de los aspectos más interesantes es que su uso no es exclusivo de ingenieros, licenciados en informática o matemáticos; la utilizan también abogados, psicólogos y politólogos entre muchos otros.
¿Cómo es posible? Eso tiene que ver con la flexibilidad de la herramienta para llevar a cabo procesos que, de otra forma, consumirían bastante tiempo y dinero. Un caso que pude atestiguar de cerca es el de un abogado que usaba la IA para mejorar la redacción de sus documentos. Su propósito era doble; no sólamente mejoraba su escrito, sino que también la IA le proporcionaba consejos para escribir mejor. Otro caso, más curioso, es su aplicación a la salud mental. Si bien todavía es prematuro evaluar los resultados de la implementación, empresas privadas han estado trabajando en el desarrollo de chatbots para atención psicológica en casos de emergencia.
Como toda herramienta nueva, o relativamente nueva, la regulación sobre su uso está siendo discutida. Hay profesionales del derecho, la medicina, la filosofía y la sociología estudiando los límites éticos de lo que puede hacerse con la IA y también la complementariedad y potencial beneficio de incorporarla sus campos de estudio. Esto nos permite decir que, como todo fenómeno complejo, la IA puede ser tanto una herramienta para sumar a los trabajos, como también un objeto de estudio en sí mismo (como el abogado que la utiliza para redactar y el abogado que la analiza para entenderla y regular el uso).
Lo que podemos sacar en limpio es que las posibilidades de trabajar con IA, aun habiendo decidido estudiar una carrera que no está directamente vinculada a ella (como la psicología o el derecho), están al alcance de la mano. Las universidades han acompañado la transformación cultural, sumando carreras, tecnicaturas y posgrados con contenidos de IA. Algunas, incluso, han abierto la Licenciatura o Ingeniería en IA, que duran entre cuatro y cinco años.
La retroalimentación entre las necesidades del mercado laboral de profesionales con formación en IA y la inauguración de nuevas carreras ha resultado tan provechosa que las empresas llegan a tomar estudiantes de grado a los que les queda uno o dos años para recibirse. Alcanza con entrar en Internet e investigar.
Algunas de las vacantes que pueden encontrarse en plataformas de búsqueda de trabajo incluyen: Ingeniero de Machine Learning, Data Scientist, AI Ethics Specialist, Analista de Ciberseguridad especializado en IA y Desarrollador de IA. Existen otros, menos comunes, como Expertos en Procesamiento de Lenguaje. Se trata de una persona con formación en filología, traducción o interpretación que se encarga de “enseñar” a la IA (como un asistente virtual o chatbot) el lenguaje hablado y escrito para que, posteriormente, pueda ejecutar tareas en base a las solicitudes que recibe. Otro, altamente demandado por las empresas de redes sociales, son los Auditores de Algoritmos. Su función es revisar los algoritmos para asegurarse de que no tengan sesgos que discriminen a las personas. Es necesario destacar que, quien desarrolla esta tarea, deberá tener conocimiento en IA y también formación humanística, ya que lidia con cuestiones vinculadas a la ética.
El ámbito público también se ha sumado a la ola de IA. Un ejemplo es la seguridad. Los organismos públicos, como Ministerios, Fiscalías, Juzgados y Fuerzas de Seguridad, que se encargan de hacer investigaciones criminales complejas en las que hay un volúmen de información y datos abrumador para analizar, han tomado especialistas en IA, cuya función es facilitar la visualización de los casos y entrecruzar información. De esta manera, ahorra al Estado tiempo y dinero.
No hay dudas de que la IA llegó para quedarse. Tampoco de que es un campo apasionante y repleto de oportunidades laborales. Menos aún de que todas las disciplinas hacen o harán uso de ella en algún momento y que tanto el sector público como el privado, necesitan de sus beneficios. Te pregunto, ¿te entusiasma la idea de estudiar y trabajar con la IA? ¡Fijate cómo podemos hacer para que suceda!
Por Lic. Federico Dall´Ongaro
La violencia de género es uno de los temas que más atención ha recibido durante el último tiempo. Ocupa un lugar importante en la agenda pública y hay avances significativos en su prevención y penalización. Se trata de una problemática compleja, a veces polémica, y de difícil abordaje.
Una de las consecuencias favorables de una mayor exposición de casos de violencia de género en medios de comunicación, ha sido la toma de conciencia por parte de la población. Podría decirse, incluso, que hay un genuino interés en la ciudadanía en trabajar en pos de su eliminación. En algunas circunstancias, el interés ha sido tal que ha forjado vocaciones y motivado elecciones laborales.
Jóvenes en edad de elegir una carrera y otros que ya están cursando, deciden su futuro profesional en base al fuerte compromiso personal que sienten con el tema. Son vocaciones de servicio, donde el trabajo individual se articula con el bienestar comunitario. Al tratarse de un fenómeno que se manifiesta de muchas formas (físicamente, psicológicamente, sexualmente, económicamente, simbólicamente), ofrece múltiples oportunidades para ser abordado profesionalmente.
La carrera que primero se nos viene a la cabeza, casi por sentido común, es la Psicología. Es verdad que los psicólogos, al tener como objeto profesional la salud mental, lidian con la violencia de género, o lo harán en algún momento de su carrera. Hay psicólogos que se especializan en el tema y dedican su vida a ayudar víctimas, familiares o la justicia, cuando colaboran en calidad de Psicólogos forenses en causas judiciales.
Sin embargo, existen otras carreras a disposición si es que la Psicología no nos entusiasma. Pensemos en los abogados. Ellos suelen representar a la víctimas y las asisten al hacer denuncias u obtener órdenes de restricción. Su trabajo en la búsqueda de justicia para los damnificados es fundamental.
La carrera de Trabajo Social también trata la violencia de género. Los trabajadores sociales prestan sus servicios a las víctimas de violencia, facilitando su relocalización (en caso de que la persona deba irse de su casa), a encontrar trabajo o reinsertarse socialmente. Son profesionales con un sólido compromiso con el bienestar ajeno y habituados a trabajar con situaciones difíciles.
En el último tiempo han aparecido otras carreras, novedosas, que aportan en la detección y tratamiento de violencia. Por ejemplo, algunas empresas dedicadas a la Inteligencia Artificial (IA) han empezado a contratar especialistas en humanidades (con conocimientos técnicos) para integrar perspectivas éticas, sociales y políticas, en el diseño y desarrollo de los sistemas de IA. Se está dando hoy en día un debate interesante sobre el uso de la IA para manipular imágenes, videos o audios de personas, que luego son usadas para extorsionar por dinero, venganza u otro motivo. Participan del debate ingenieros, abogados, filósofos, sociólogos y psicólogos, y su alcance es global.
Las Ciencias Sociales son fundamentales en la prevención y erradicación de la violencia de género. Al tratarse de una problemática que requiere la intervención del Estado, la Ciencia Política es necesaria para introducir el tema en la agenda pública legislativa. Por otro lado, la Sociología juega un papel importante debido a que su objeto de estudio es la sociedad y las interacciones que se dan entre sus miembros (incluidos los vínculos violentos entre hombres y mujeres).
Es importante decir que los ámbitos de inserción laboral para quien manifiesta un interés genuino en el tema, son varios. Las áreas de Políticas Públicas de las empresas privadas, por ejemplo, suelen tener programas dirigidos a la prevención de la violencia de género. Podemos encontrar allí profesionales casi exclusivamente dedicados a ese tema y que han desarrollado un gran expertise. Una conocida empresa de cosméticos francesa impulsó, en 2023, un protocolo de actuación en casos de violencia contra sus empleadas en el seno familiar o ámbito laboral. Su objetivo fue concientizar, aunque también resolver las situaciones mediante el asesoramiento de un equipo interdisciplinario conformado por las áreas de recursos humanos, legales y comunicación. El modelo fue exportado a las sucursales radicadas alrededor del mundo.
Por otro lado, el sector público está obligado a lidiar con la violencia de género. La justicia, las fuerzas de seguridad, las áreas de género de los organismos públicos, el servicio de salud, los docentes, todos abordan la problemática de una manera u otra.
Es notable el trabajo que llevan a cabo las organizaciones del tercer sector, también llamadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG’S). Existen en nuestro país varias ONG ‘s especializadas en derechos humanos y violencia de género, que diseñan y ejecutan programas de prevención, acompañamiento de las víctimas e impulsan políticas públicas. Trabajan con la sociedad civil, el sector público y el privado, con el objetivo último de generar conciencia y educar a la población.
Por último, los organismos internacionales (tales como las Naciones Unidas) tienen un rol importantísimo. A diferencia de los ámbitos que mencionamos antes, los organismos internacionales buscan que el impacto de sus acciones sea lo más amplio posible. Para ello, cooperan estrechamente con los gobiernos locales de los países, sus sociedades y otros organismos internacionales. Pueden promover programas educativos o capacitar profesionales de todo tipo en materia de derechos humanos y violencia de género.
Como habrás leído, hay una multiplicidad de carreras, trabajos y ámbitos a disposición tuya si te interesa trabajar el tema de la violencia de género. Se necesita de personas comprometidas y de sólidos valores humanos, como vos, para prevenir este problema desagradable y complejo.
Por Lic. Federico Dall´Ongaro
- Emiliano Bruner, Paleoneurobiólogo (obesidad, cerebro y contexto).
- Relación entre uso de tablets y rabietas (educación, psicología, tecnología, crianza)
- Las matemáticas, el cáncer y otras enfermedades (Matemáticas, Medicina).
- El más simple de los problemas matemáticos sin solución (Ciencia, Matemáticas, Datos).
- La música puede ayudar al cerebro de una persona deprimida (Música, Psicología, Neurociencia).
- Extraños seres milenarios que viven en las profundidades de la tierra y qué dicen de la posible vida en Marte (Geofísica, Geología, Biología).
- Qué son las trombas marinas (Meteorología, Ciencias de la atmósfera).
- 5 sectores laborales con elevada demanda en el futuro (Recursos Humanos, Relaciones del Trabajo).
- Las 3 etapas de la inteligencia artificial; en cuál estamos (Filosofía, Inteligencia Artificial, Informática).
- La perspectiva de género y el arte indígena. Museo de Bellas Artes de Chile (Gestión Cultural, Artes Visuales).
- Resistencia bacteriana (Biología, Matemática, Bioquímica, Medicina).